Encima del Santuario de la Fuensanta se encuentra un sitio que no entiende de días ni de
horas, un sitio donde la magia surge por la noche, un sitio tan especial que
hace que Murcia se arrodille ante el. Después de conducir una media hora desde
Murcia centro por carreteras por las que ni el mismísimo Carlos Sainz seria
capaz de conducir, llegamos al paraíso, llegamos al sitio que Durex se esta
planteando patrocinar, por fin llegamos a la Cresta del Gallo. Un lugar que se
lleva utilizando como picadero desde que hace mas de 200 años subió el primer
murciano a camelarse a alguna buena moza. La combinación de factores es
sencillamente perfecta: vistas de una ciudad preciosa, un sitio tranquilo, una
canción bonita y que pase lo que pase la única forma que tiene de bajar de ahí
es en tu coche. Nada puede salir mal.
En invierno
juegas con una ventaja fundamental, el frio, lo cual hará que a los 10 minutos
te suplique de rodillas entrar en el coche y ya esta, prácticamente lo tienes
hecho, fallar es complicado. Hago un llamamiento a todos para que esta tradición
que ha ido pasando de generación en generación no se pierda y para que pase lo
que pase y cueste lo que cueste, ese sitio siga siendo el lugar donde la magia
existe y donde muchas personas encuentran la felicidad.
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